No debe ser novedad para mucha gente el actual panorama económico de Harley Davidson. La marca norteamericana viene arrastrando complicaciones económicas que afectan a su realidad como empresa. A las complicaciones económicas de sus estrategias comerciales se suman los ribetes por el conflicto de aranceles encarado por Donald Trump y el reciente pase a retiro de su CEO, Jochen Zeitz. Como si lo anterior fuese poco, se acaba de conocer un conflicto de su filial japonesa que la obligaría a pagar un millón de dólares de multa.
La acusación
Desde julio del año pasado, el gobierno del Japón, encabezado por la Comisión Federal de Comercio, viene investigando a la filial japonesa de la empresa norteamericana. El motivo radicaba en determinar si las actividades de Harley violaban la Ley Antimonopolio del país. Como publicaban distintos medios locales, el organismo allanó distintas sedes corporativas.
La hipótesis era que se estaba violando la legislación vigente, imponiendo cuotas de ventas excesivas sobre los modelos comercializados. Según afirmaba el organismo, esta práctica se daba desde el año 2020.
Sin embargo, no era el único motivo. Los distribuidores eran obligados a la adquisición de ejemplares de poca o nula venta, siendo coaccionados por la propia empresa de no renovar los contratos de representación.
La sanción
De esta forma, la Comisión Federal de Comercio determinó que las prácticas constituían un abuso de poder, aprovechándose de la posición predominante de la marca. Además, se trató de una práctica desleal para con los distribuidores, siendo que ambas acciones son penalizadas por la Ley Antimonopolio.
Es así que, en el panorama económico, Harley Davidson ahora enfrenta una multa de 200 millones de yenes (alrededor de 1,4 millones de dólares). Se trata de una sanción que puede afrontar esta gran empresa, pero que no llega en buen momento. En pleno reacomodo de su estrategia global, intentando potenciar modelos más accesibles y su marca eléctrica LiveWire, sumado a la crisis de ventas en la que se ve inmersa, no parece ser una noticia muy agradable.
Sus operaciones en el país, un gran mercado como lo es Japón, del cual cuenta con un 30,6% de las motocicletas importadas, se verán comprometidas en pos de su reacomodo. Veremos cómo sigue el asunto, pero hoy parece que todas son malas noticias para la marca norteamericana.