Bosch trabaja en la producción de "combustible sintético"

La multinacional alemana, fuertemente relacionada con el futuro de los medios de transporte, realizó varios estudios para transformar el gas contaminante de los vehículos en combustible sintético. Según informó el diario español El Mundo, Bosch realiza pruebas en plantas piloto para producir combustibles alternativos, que podrían ser la respuesta a muchas problemáticas relacionadas al cuidado de la tierra. «Los combustibles sintéticos pueden hacer que los vehículos de gasolina y diésel sean neutros en carbono y, por lo tanto, que contribuyan significativamente a limitar el calentamiento global», aseguró Volkmar Denner, presidente del Consejo de Administración Bosch. El revolucionario desarrollo que procura hacer viable la firma bávara es un conjunto de acciones que comienzan con el agua como primer factor, a la que se le realiza una reacción química denominada hidrólisis con el fin de separar el hidrógeno del oxígeno. El segundo paso, a grandes rasgos, se efectúa mediante filtros, que “capturan” el CO2 de la atmósfera, para luego combinarlo con H2 y así obtener nafta, gasoil o gas sintético. Aunque suena sencillo, no es una práctica común, ni barata, por lo que Bosch prevé que su implementación será cerca del 2050. Según el estudio de la compañía, para ese año el

La multinacional alemana, fuertemente relacionada con el futuro de los medios de transporte, realizó varios estudios para transformar el gas contaminante de los vehículos en combustible sintético.

Según informó el diario español El Mundo, Bosch realiza pruebas en plantas piloto para producir combustibles alternativos, que podrían ser la respuesta a muchas problemáticas relacionadas al cuidado de la tierra. «Los combustibles sintéticos pueden hacer que los vehículos de gasolina y diésel sean neutros en carbono y, por lo tanto, que contribuyan significativamente a limitar el calentamiento global», aseguró Volkmar Denner, presidente del Consejo de Administración Bosch.

El revolucionario desarrollo que procura hacer viable la firma bávara es un conjunto de acciones que comienzan con el agua como primer factor, a la que se le realiza una reacción química denominada hidrólisis con el fin de separar el hidrógeno del oxígeno.

El segundo paso, a grandes rasgos, se efectúa mediante filtros, que “capturan” el CO2 de la atmósfera, para luego combinarlo con H2 y así obtener nafta, gasoil o gas sintético. Aunque suena sencillo, no es una práctica común, ni barata, por lo que Bosch prevé que su implementación será cerca del 2050. Según el estudio de la compañía, para ese año el uso de este combustible podría ahorrar hasta 2,8 gigatoneladas de dióxido de carbono, o lo que es lo mismo, el triple de las emisiones que produjo Alemania durante 2016.

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A pesar de que la cantidad de gases “lanzados” al medioambiente por parte de todos los vehículos seguiría siendo igual, la práctica de este proceso tiene la capacidad de tomar el mismo número de partículas de la atmósfera, lo que no extendería el daño a la capa de ozono.

 

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Fuente: El Mundo

 

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