La realidad es una: a Triumph Motorcycles sí que se le da bien hacer modelos clásicos, y la perfecta prueba de esto es la nueva Bonneville Bobber TFC. Esta novedad exclusiva de la marca de Hinckley, esta nacida del programa Triumph Factory Custom. Con solo 750 unidades exclusivas, porta el ADN de antaño de la casa británica y lo lleva a nuevos estándares.
Acabados premium
El diseño de la Bonneville Bobber TFC comienza con un refinado acabado en dos tonos, que combina texturas negras y doradas pintadas a mano. Para dejar un toque más personal, el depósito está firmado a mano por el maestro pintor. Este diseño se complementa con paneles laterales de fibra de carbono lacada y soportes del guardabarros en el mismo material, lo que no solo eleva la estética, sino que también contribuye a la ligereza de la moto.
La horquilla se encuentra decorada con barras doradas y ajustes en la parte superior también anodizados, que complementan el conjunto visual. Los emblemas en las tapas del motor y la cadena dorada brindan un toque de lujo en esta exclusividad. Esto se refleja también en el asiento monoplaza hecho de cuero negro de primera calidad, con el logo de Triumph grabado, que ofrece comodidad. Como si fuera poco, la Triumph Bonneville Bobber TFC posee semi-manillares que mejoran la posición de conducción y la hacen más deportiva y ágil. Un detalle es que, en su conjunto, es 5 kg más ligera que la Bobber estándar.
El rendimiento de una verdadera Boneville
En la mecánica, el conocido motor bicilíndrico Bonneville de 1200 cc está personalizado para alcanzar una potencia máxima de 78 CV a 6000 rpm y alcanza su par máximo de 106 Nm a solo 3750 rpm. La novedad pasa por los dos silenciadores gemelos Akrapovič, de corte oblicuo en negro mate con tapas de fibra de carbono, que se combinan con el sonido atronador de las cajas de aire gemelas y los cuerpos del acelerador. Al mismo tiempo, incluye el nuevo modo de conducción ‘Sport’, que se suma a los anteriores ‘Road’ y ‘Rain’, proporcionando una respuesta del acelerador aún más instantánea.
En lo ciclo, la Triumph Bonneville Bobber TFC equipa piezas de alto nivel, como las suspensiones Öhlins. En la parte delantera lleva una horquilla invertida Öhlins NIX 30 de 43 mm y detrás, un monoamortiguador totalmente ajustable. Los frenos, por su parte, llevan pinzas de freno monobloque Brembo M50 de anclaje radial, sendos discos de 310 mm y bomba de freno MCS.
Tecnología al servicio de la custom
El control de tracción garantiza estabilidad y control en todas las condiciones, lo que aporta confianza sin comprometer el estilo. Se elimina el faro central trasero, y se lo reemplaza por unas nuevas luces traseras multifunción ‘tipo bala’. La instrumentación mantiene un velocímetro analógico que aporta al estilo clásico.