Las lámparas de motocicleta, faros o simplemente luces son un componente muy importante en una moto. Se encargan de la seguridad del piloto y de su visibilidad en entornos poco iluminados.
Conocer el tipo de faro y para qué se utiliza, ayuda a saber cuál es el que mejor se adapta a la funcionalidad de nuestra moto. Se trata de información básica pero que cabe repasar, sobre todo, para aquellos que recién comienzan a dar sus primeras vueltas sobre dos ruedas.
En primer lugar están los faros delanteros, que se encargan de iluminar la vista frontal del piloto. Luego tenemos las luces de señalización o direccionales (también llamadas intermitentes) que indican hacia dónde va a girar el conductor. A su vez, está la luz trasera que indica a los conductores que van detrás, por dónde circula la moto, y también incluye la llamada “luz de freno”.
Por otro lado tenemos las luces de conducción diurna (DRL) que se utilizan durante los recorridos de día; y las luces de posición, que van generalmente en el frente de la moto e indican su movimiento.
Más allá de las clasificaciones y saber qué función cumple cada luz o faro, es importante tener en cuenta algunos aspectos para maximizar el rendimiento de los mismos. Es por ello que, junto a los especialistas de Yamasida repasamos 5 consejos para sacarle el máximo provecho:
1- Ajustar los faros: El ángulo y la posición de las luces pueden marcar una gran diferencia en la visibilidad. Asegurarse de ajustar correctamente los faros de la moto para que iluminen adecuadamente la carretera sin deslumbrar a los conductores que se aproximan en dirección contraria, puede no solo mejorar la visibilidad sino también la seguridad.
2- Limpieza de las lámparas: A medida que se usan, las luces de la moto pueden acumular suciedad, lo que reduce su capacidad de iluminación. Se deben usar productos de limpieza adecuados y asegurarse de eliminar cualquier suciedad o residuo que pueda afectar la claridad de la luz.
3- Cambios por fallas: A veces lo obvio no está de más. El uso constante de las luces puede producir su deterioro. En ese caso, se debe proceder rápidamente al cambio de las mismas. Dependiendo de su tipo, tienen una determinada vida útil; en las halógenas es de 2 años; mientras que en las lámparas LED puede ser de 3 a 5 años, aunque por deterioro deban cambiarse antes.
4- Revisión de las conexiones eléctricas: Se debe revisar los contactos eléctricos que suministran energía las luces. Así como también los relés que permiten que la corriente pase para que la electricidad llegue al faro y se ilumine.
5- Optar siempre por lámparas de buena calidad: En el caso de tener que cambiar los faros de la moto siempre se debe optar por piezas de buena calidad. En ese sentido, Yamasida ofrece un amplio catálogo con lámparas que ofrecen una buena visibilidad, una gran proyección en la ruta y una gran cantidad de variantes dependiendo del tipo y función que necesitemos.