BMW R 90S: un auténtico clásico alemán

La BMW R90S es una de esas motocicletas que pueden ser consideradas como un hito cuando se hace un repaso a lo largo de la historia de la marca. Este icónico modelo alemán fue presentado por primera vez al público en el salón de París del año 1973. Algunos años antes, en 1963, BMW había renovado por completo su catálogo creando la “Serie 5” con nuevos motores y una gama de motos de 500, 600 y 750 cc de cilindrada denominadas R 50/5, R 60/5 y R 75/5. Por aquel entonces, los ingenieros de la empresa parecían estar trabajando en piloto automático, ya que sólo se limitaban a actualizar el motor Boxer cada una cierta cantidad de años y sin grandes cambios y para poder competir con la creciente oferta japonesa, era necesario fabricar motos más grandes. Esta situación, sumada a la caída en las ventas obligaron a la firma a dar un golpe en el mercado, que llegó con el lanzamiento de la BMW R 90S. Esta moto, que pesaba 215 kilogramos en seco, contaba con un motor motor bóxer de 898 cc que podía otorgar 67 CV de potencia máxima a 7.000 rpm y podía acelerar de 0

La BMW R90S es una de esas motocicletas que pueden ser consideradas como un hito cuando se hace un repaso a lo largo de la historia de la marca.

Este icónico modelo alemán fue presentado por primera vez al público en el salón de París del año 1973. Algunos años antes, en 1963, BMW había renovado por completo su catálogo creando la “Serie 5” con nuevos motores y una gama de motos de 500, 600 y 750 cc de cilindrada denominadas R 50/5, R 60/5 y R 75/5. Por aquel entonces, los ingenieros de la empresa parecían estar trabajando en piloto automático, ya que sólo se limitaban a actualizar el motor Boxer cada una cierta cantidad de años y sin grandes cambios y para poder competir con la creciente oferta japonesa, era necesario fabricar motos más grandes. Esta situación, sumada a la caída en las ventas obligaron a la firma a dar un golpe en el mercado, que llegó con el lanzamiento de la BMW R 90S.

Esta moto, que pesaba 215 kilogramos en seco, contaba con un motor motor bóxer de 898 cc que podía otorgar 67 CV de potencia máxima a 7.000 rpm y podía acelerar de 0 a 100 kilómetros por hora en menos de 5 segundos para finalmente alcanzar una velocidad máxima que rondaba por los 200 kilómetros por hora. Además, contaba con una caja de cambios de 5 velocidades, un chasis robusto, un doble disco de frenos en la horquilla de la rueda delantera y un amortiguador de dirección. Además de la potencia y velocidad que la ubicaron en la vanguardia de su época, otro de los grandes aspectos que la distinguieron fue el diseño general. El mismo estuvo a cargo del diseñador Hans Muth, quien hasta entonces era el responsable del diseño de los autos urbanos y fue contratado para realizar la tarea. El resultado fue una moto con un semi-carenado de líneas curvas y de aspecto deportivo. El asiento era un biplaza que terminaba en forma de colín y el depósito de nafta estaba pintado de dos colores difuminados, lo que le dio un estilo único y rompió con la línea continuista que venía sosteniendo la sección Motorrad hasta ese momento.

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La BMW R90S se mantuvo dentro del catálogo hasta el año 1977 y fue la primera moto de la marca en superar los 200 km/h además de un verdadero éxito comercial con más de 17.000 unidades vendidas. Además, fue la moto con la que el piloto Steve McLaughlin ganó la primera carrera del AMA Superbike de la historia en Daytona en 1976 seguido por otra R 90 S pilotada por Reg Pridmore. Pero no sólo eso, sino que también fue la moto más veloz en la Isla de Mann.

Es por estas razones que, a pesar de haber tenido una corta vida en el mercado, se convirtió en un verdadero ícono de estilo e innovación tanto para la empresa como para la historia de la industria.

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