Kawasaki ZZR 1100: un auténtico misil japonés

Un auténtico misil. Con esas tres simples palabras podría ser definida la Kawasaki ZZR 1100. Lanzada al mercado en el año 1990 por la firma japonesa, esta Sport Turismo es considerada por muchos fanáticos de las dos ruedas en la actualidad como un verdadero clásico de aquellos años. Una de las principales razones es, sin dudas, el hecho de que al momento de ser presentada era la moto de producción en serie más veloz y potente jamás comercializada. La ZZR 1100 era capaz de superar los 275 kilómetros por hora y para lograrlo contaba con un motor de cuatro cilindros de 1100 cc refrigerado por agua con 16 válvulas. Fue pionera en la incorporación de Ram Air y su potencia máxima llegaba hasta los 147 CV a 10.500 vueltas. Además, ofrecía una aceleración poco común para aquella época pudiendo pasar de 0 a 100 kilómetros por hora en tan sólo 2,8 segundos. Con estos números, Kawasaki dio el puntapié inicial de una desenfrenada batalla entre las grandes marcas que tuvo lugar durante los años siguientes para ver quién creaba la moto más veloz del mercado. La competencia llegó a su fin cuando hacia fines de los ’90 comenzaron a aparecer

Un auténtico misil. Con esas tres simples palabras podría ser definida la Kawasaki ZZR 1100.

Lanzada al mercado en el año 1990 por la firma japonesa, esta Sport Turismo es considerada por muchos fanáticos de las dos ruedas en la actualidad como un verdadero clásico de aquellos años. Una de las principales razones es, sin dudas, el hecho de que al momento de ser presentada era la moto de producción en serie más veloz y potente jamás comercializada.

La ZZR 1100 era capaz de superar los 275 kilómetros por hora y para lograrlo contaba con un motor de cuatro cilindros de 1100 cc refrigerado por agua con 16 válvulas. Fue pionera en la incorporación de Ram Air y su potencia máxima llegaba hasta los 147 CV a 10.500 vueltas. Además, ofrecía una aceleración poco común para aquella época pudiendo pasar de 0 a 100 kilómetros por hora en tan sólo 2,8 segundos. Con estos números, Kawasaki dio el puntapié inicial de una desenfrenada batalla entre las grandes marcas que tuvo lugar durante los años siguientes para ver quién creaba la moto más veloz del mercado. La competencia llegó a su fin cuando hacia fines de los ’90 comenzaron a aparecer regulaciones legales que prohibían el uso de unidades tan veloces y establecieron el límite en 300 kilómetros por hora en razón, claro está, de los innumerables accidentes que se comenzaron a registrar.

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Retomando las características de este ícono de Kawasaki, en cuanto a su configuración general y la parte ciclo, esta unidad estaba desarrollada a partir de un chasis chasis de doble viga, horquilla delantera convencional, y doble disco de freno con pinzas axiales de cuatro pistones.

En cuanto al diseño estético, el mismo estaba pensado poniendo el eje en lograr la mayor capacidad aerodinámica posible. Es por esto que contaba con un carenado de líneas redondeadas y, lógicamente, incorporaba un parabrisas bastante ancho para proteger al piloto cuando se conducía a grandes velocidades. El manubrio elevado permitía que el conductor no tenga que adoptar una postura demasiado inclinada y, además, contaba con un asiento de una sola pieza pero que podía ser usado por dos personas.

Este modelo era una moto pesada que declaraba un peso total de 250 kilos. A pesar de su peso y de ser una unidad poco ágil para un uso urbano, era imbatible lanzada en velocidad en los caminos rectos.

La Kawasaki ZZR 1100 se mantuvo como la moto más rápida de aquellos años hasta la llegada de competidoras como la Honda CBR 1100 XX o la Suzuki Hayabusa que lograron superar la barrera de los 280 kilómetros por hora y los 300 kilómetros por hora respectivamente.

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