La Kawasaki ZX-10RR con especificaciones para el Mundial de Resistencia es preparada por el KRT, por lo que, a grandes rasgos, es la misma que pilota Jonathan Rea en el WSBK, salvo por algunos detalles técnicos que marcan lo desgastante que puede ser una prueba del FIM EWC, tanto para la moto como para el piloto.
Parece obvio, pero una de las diferencias más importantes en este tipo de unidades es la capacidad que admite el tanque de combustible, que para las pruebas de larga duración puede ser de un máximo de 24 litros, según lo estipulado en el reglamento. Además, los depósitos pueden tener dos entradas para facilitar el llenado. A diferencia de las unidades de WSBK, poseen un interruptor para encender el motor en caso que este se apague, por ejemplo, en una caída.
La capacidad de resistir al máximo de su rendimiento es un concepto que está plasmado en cada uno de los componentes que conforman a esta motos, por ejemplo, los discos de freno y sus respectivos cálipers están realizados en un compuesto más duro de lo normal y con mayor grosor para asegurarse de que lleguen al final de cada prueba.
A pesar de que estas carreras son de larga duración, cada segundo cuenta, por lo que algunas partes como los apoyapiés, manillares y laterales del carenado, entre otros, son de rápida extracción para que puedan ser cambiados con facilidad en caso de que sea necesario.
Para la pruebas que se transitan de noche, la motos poseen una pareja de faros Xenon en la parte delantera y un kit de luces LED debajo el colín, ya que no todos los circuitos tienen iluminación artificial.
Por último, Kawasaki en las 8 Horas de Suzuka tenía a Toprak Razgatlioglu, piloto que es mucho más alto que sus compañeros, por lo que debieron utilizar una configuración que se acerque a los gustos de los tres competidores, a pesar de que el finalmente el turco no realizó la prueba.