Todo tiene una conclusión, e inclusive los modelos más queridos de la industria. Es el caso de la Yamaha SR400 Final Edition, la despedida del famoso ejemplar, que tras casi 5 décadas de historia, no volverá a producirse.
Modelos distintos han pasado por los motoqueros del mundo. No obstante, la Yamaha SR400 es uno de esos que más vigencia ha tenido. Presentado oficialmente en Japón en 1978, tiene una de las historias de creación más creativas. Uno de los técnicos de la marca estaba probando un prototipo y, al sufrir un accidente, encomendó encarecidamente que hicieran una moto más simple. De allí, Atsushi Ishiyama presentó la SR400, un ejemplar en donde la sencillez y el atractivo estético se pusieron por delante de las prestaciones funcionales.
Aunque no fue un modelo muy conocido en mercados grandes como Europa y Norteamérica (donde apenas pasó los controles de emisiones), recibió una gran acogida a lo largo de los años en países más pequeños.
La Yamaha SR400 Final Edition
La despedida de esta leyenda porta un monocilíndrico SOHC refrigerado por aire de 399 cc con cifras de 23 cv a 6500 rpm, con un valor de par máximo de 27 Nm a 3000 vueltas. Una moto simple, sin demasiado truco. Inclusive, la Yamaha SR400 no tiene arranque eléctrico, sino el clásico pedal.
La reducida potencia, el bajo asiento (790 mm) y el peso en orden de marcha de 174 kg garantizan su amplia accesibilidad para quien necesite una moto confiable.
El chasis es de doble cuna de acero, la suspensión delantera es una horquilla tradicional de 150 mm de recorrido y atrás las suspensiones dobles ofrecen 105 mm de recorrido. El sistema de frenado aún cuenta con sistema de tambor o campana trasero y adelante con un disco de 298 mm y una pinza de doble pistón.
La Yamaha SR400 Final Edition destaca por sus rines de radios clásicos y elegantes gracias a su diámetro de 18 pulgadas en ambos ejes.
Exclusiva de Asia
Lamentablemente, hace un tiempo que es modelo complicado de conseguir, sobre todo en estas latitudes. Es Tailandia el último mercado que verá su producción, a la vez que lo hará en dos colores: rojo oscuro metalizado y gris oscuro metalizado. Ya con sus horas contadas, termina una historia y nace una leyenda.