Más allá de su controversial diseño, se puede destacar la capacidad de transformación de este taller español que naturalmente no dejo ningún indicio de la moto original a la vista. Por ejemplo, el conjunto de asiento RAD 02 Corsa Evo tapizado en negro y el tanque de combustible son dos creaciones artesanales de los customizadores, mientras que el faro delantero y la posterior pequeña cúpula fueron tomados de una Ducati Mosnter.
Debajo de esa carrocería amarilla y negra, se dispusieron varias soluciones tecnológicas de alta competencia como el kit EVR de embrague en seco con funcionamiento antirrebote.
Por el lado del motor se retocó el sistema de admisión y se dispuso un escape doble Spark, con una salida debajo del colín y la otra adelante de la rueda trasera, similar a las unidades de MotoGP, pero más rustico.
Para fomentar un mejor funcionamiento se cambió por completo la parte de ciclo: se reemplazaron los discos delanteros por unos de la firma Discacciati, sumados a latiguillos de kevlar, palancas plegables y regulables, tanto en la zona trasera que el amortiguador es de la firma Öhlins.