En la última reunión de la Comisión de Grandes Premios se confirmó que MotoGP, y las demás categorías, usarán combustibles 100% no fósiles. Ahora se acordó que la naturaleza completa no fósil de estos combustibles se evaluará mediante el test C14.
Este test se encarga de medir la fracción de C14, el cual es el isótopo de carbono de vida más corta, ausente en las sustancias fósiles debido a su descomposición durante mucho tiempo, sobre el carbono total, y lo compara con los niveles estándar que se encuentran en la atmósfera.
En el caso de los combustibles de MotoGP para 2027, el contenido de C14 de la muestra de combustible debe ser el mismo que el de la atmósfera, descartando así la posibilidad de que sea de origen fósil.
Objetivo 2027
De esta manera, los combustibles ya no serán obtenidos a partir del refinado del petróleo crudo. En principio, podrán ser biocombustibles, es decir, combustibles obtenidos a partir de fuentes biológicas, y e-combustibles, obtenidos por captura directa de CO2 en la atmósfera.
A continuación, el comunicado señala que «la combustión de combustibles no fósiles libera la misma cantidad de carbono que previamente se capturó. MotoGP dio un gran paso en esta dirección en 2024 al exigir que los combustibles contuvieran al menos un 40% de contenido no fósil. Esta transición continuará ahora con un cambio totalmente obligatorio al 100% de combustibles no fósiles en 2027, lo que supone un cambio significativo respecto a los combustibles actuales, que se derivan predominantemente del refinado del petróleo crudo».
Una transición iniciada en 2024
A finales de 2023, la categoría anunció la introducción gradual de los combustibles no fósiles. Como señala el mensaje, a partir de 2024 debía ser un mínimo del 40%, aumentando la cifra año a año. De esa manera, se llegará gradualmente a un uso de combustibles 100% no fósiles para la temporada 2027.
La decisión forma parte de una importante transformación con el cambio de reglamento técnico que tendrá la categoría reina para dicho año. Las nuevas reglas impondrán la reducción de la cilindrada de las motocicletas de 1.000 a 850 cc, así como reducción de aerodinámica y supresión de los dispositivos de altura en movimiento. Asimismo, cambiará el suministrador de neumáticos, pasando de Michelin a Pirelli, marca que ya está en Moto3 y Moto2.