Batalló por resurgir, y finalmente lo hizo, 2.184 días después. Marc Márquez es el nuevo campeón de MotoGP, luego de una de las temporadas más destacadas que puede haber para un piloto en la categoría reina. Las cifras son contundentes: 12 victorias sobre 17 grandes premios, solo 3 sprints sabatinos en donde no ganó y una diferencia de 201 puntos con su inmediato perseguidor. Parece increíble tener que sumarle todo lo que vivió el #93 desde su último título: Tres equipos, dos fabricantes, múltiples cirugías, visión doble, una lesión de hombro, una lesión en la mano. Meses fuera de las pistas. Una operación arriesgada para salvar su carrera y mucho más. Esta es la crónica triunfal de un regreso, de un dominio, de un campeón.
Equipo nuevo, debut ganador
Luego de una buena temporada con Gresini, daba el salto al equipo oficial Ducati y las expectativas estaban por las nubes. El propio Marc Márquez se encargó de refrendarlas con un debut soñado con doblete en Sepang y luego en Termas de Río Hondo. Parecía que repetiría en Austin, pero luego de una victoria rápida en el sprint, se cayó cuando lideraba de manera tranquila. «El mayor rival de Marc Márquez es el mismo», se llegó a decir en el paddock de COTA.
Si bien el ritmo era firme, confirmado por un doblete en Lusail, esa frase volvió luego de su duodécimo puesto en la victoria de su hermano Álex Márquez en Jerez (tras caída). Las victorias los sábados se acumulaban, aunque no así se confirmaban los domingos. En Le Mans, sacó un buen segundo puesto en el diluvio por detrás de Johann Zarco; mientras que en Silverstone, se rompió la racha sabatina ante su hermano, nuevo rival por título, para completar el podio en la victoria de Marco Bezzecchi.
Candidato sí, candidato no
A pesar de sus fallos, todos lo tenían como un candidato al título, pero él mantenía perfil bajo, sin hablar de una posible consagración. Luego de tres domingos sin triunfos, llegó Aragón y, lamiéndose las heridas, otro doblete que repetiría en Mugello y Assen. La pregunta de quién lo detendría siguió luego de los plenos en Sachsenring y Brno; y, aunque no es de sus circuitos preferidos, Red Bull Ring con otro pleno y el recién estrenado Balaton Park.
Llegaba Cataluña y, en un fin de semana que fue una batalla por el apellido, se quedó con la carrera sabatina, para cederle el triunfo dominguero a su hermano Alex. La posible coronación se retrasaba hasta la gira asiática. Jugaba en territorio visitante en Misano (tierra de la VR46 academy), pero no se amedrentó y, luego de una caída el sábado, se resarció con un triunfo del domingo.
El primer match point era Motegi y no lo desaprovechó. Fue segundo en el Sprint detrás de un firme Pecco Bagnaia, limpiando el camino del domingo para, seis años después, volver a convertirse en campeón de MotoGP.
Crónica de un dominio
Salir campeón a falta de 5 Grandes Premios por disputarse debería ser dato suficiente para simbolizar lo que ha sido esta temporada: una verdadera demostración de calidad por parte de Marc Márquez. Nunca mejor cumplida la frase: «el mejor piloto sobre la mejor moto». No obstante, la diferencia es mayor cuando se trata del piloto más dominante de la última década.