Si al presionar los frenos se siente un tacto esponjoso es posible que haya llegado el momento de purgar los frenos de la moto. Esta es una de las pequeñas acciones que se debe realizar con una relativa frecuencia para no perder eficacia en los sistemas y mantener en buenas condiciones tanto el vehículo como el nivel de sus prestaciones.
Se trata de una tarea que en principio es sencilla y que puede realizar cualquier usuario aunque para eso deberá contar con algunos conocimientos en la materia. En primer lugar, es necesario dejar en claro de qué se habla cuando se habla de purgar los frenos de la moto.
Purgar los frenos es una expresión que se refiere, ni más ni menos, que a cambiar el líquido de frenos del vehículo. Una de sus características es que se trata de un componente hidrófilo e higroscópico. ¿Qué significa esto? que posee la propiedad de absorber tanto el agua como la humedad de un determinado ambiente para disolverla.
Esto es crucial si se tiene en cuenta lo siguiente: el sistema de frenos durante su funcionamiento tiende a elevar fuertemente su temperatura. Por su parte, al igual que cualquier otro tipo de fluido, el líquido se evapora. Las burbujas que allí se forman hacen que el sistema comprima el vapor y luego desplace el fluido. Es así que a medida que el líquido adquiere agua en su composición va perdiendo su capacidad de absorción.
Esto se traduce en una disminución en la capacidad de frenado y, por lo tanto, en ese tacto “esponjoso” que siente el usuario.
Purgador de frenos
Ahora bien: existen diferentes formas de realizar el cambio del líquido de frenos. Entre ellas se destaca el uso del purgador de frenos para motos de la marca NSU. Esta herramienta está pensada para poder realizar el drenaje de forma manual por parte del piloto y sin depender de la asistencia de otras personas.
En líneas generales se compone de un vacuometro con una maneta fácil de utilizar, tubos de plástico resistente – con adaptadores para ajustarse a diferentes medidas de boquillas de los frenos- y un recipiente donde se depositará el líquido extraído.
Por sus cualidades permite realizar esta tarea de una forma sencilla gracias a su practicidad de armado y simplicidad de uso. El equipo se puede transportar en una mochila y armarse o desarmarse en apenas unos pocos minutos. Los materiales con los que está fabricado son altamente resistentes y diseñados para disfrutar de una extensa vida útil.
Por último, en la mayoría de vehículos se recomienda realizar esta tarea cada 20.000 kilómetros o cada 2 años. Sin embargo, eso dependerá del uso que cada persona haga de su vehículo por lo que ante cualquier duda se recomienda siempre observar el manual de usuario.