Bruno Langlois venció en el centenario de la subida a Pikes Peak

El francés se impuso con una Kawasaki Z1000 a dos Victory eléctricas la edición especial de la legendaria subida a las Montañas Rocosas de Colorado. La Pikes Peak International Hill Climb, subida a Pikes Peak o poéticamente denominada “La carrera hacia las nubes”, que se celebra anualmente en las Montañas Rocosas (Colorado, USA), con 4.300 metros de altura, celebró este junio su primer centenario de existencia. Desde 1916, autos y motos se lanzan a toda velocidad por un recorrido de 19,99 km, por una sinuosa ruta (ahora asfaltada) que los obliga a superar un desnivel de 1.439 metros, previo paso por 156 curvas. La prueba es mundialmente famosa, también, por la dificultad que presenta al desafiar las leyes de la naturaleza durante el ascenso: el oxígeno se empobrece, robando hasta un 30% de potencia a los motores de combustión interna. Por eso han proliferado los vehículos eléctricos, que no se ven afectados por la menor presión atmosférica. NOTA RELACIONADA:  WSBK Cremona 2024: hat trick de ensueño para Danilo PetrucciEn la categoría Motos, el piloto galo Bruno Langlois (foto principal), al comando de una Kawasaki Z1000, obtuvo en 2016 su segunda victoria en cinco años de presencia activa. [[{«type»:»media»,»view_mode»:»media_large»,»fid»:»2269″,»attributes»:{«class»:»media-image size-medium wp-image-9612″,»typeof»:»foaf:Image»,»style»:»»,»width»:»640″,»height»:»332″,»alt»:»Don

El francés se impuso con una Kawasaki Z1000 a dos Victory eléctricas la edición especial de la legendaria subida a las Montañas Rocosas de Colorado.

La Pikes Peak International Hill Climb, subida a Pikes Peak o poéticamente denominada “La carrera hacia las nubes”, que se celebra anualmente en las Montañas Rocosas (Colorado, USA), con 4.300 metros de altura, celebró este junio su primer centenario de existencia.

Desde 1916, autos y motos se lanzan a toda velocidad por un recorrido de 19,99 km, por una sinuosa ruta (ahora asfaltada) que los obliga a superar un desnivel de 1.439 metros, previo paso por 156 curvas.

La prueba es mundialmente famosa, también, por la dificultad que presenta al desafiar las leyes de la naturaleza durante el ascenso: el oxígeno se empobrece, robando hasta un 30% de potencia a los motores de combustión interna. Por eso han proliferado los vehículos eléctricos, que no se ven afectados por la menor presión atmosférica.

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En la categoría Motos, el piloto galo Bruno Langlois (foto principal), al comando de una Kawasaki Z1000, obtuvo en 2016 su segunda victoria en cinco años de presencia activa.

[[{«type»:»media»,»view_mode»:»media_large»,»fid»:»2269″,»attributes»:{«class»:»media-image size-medium wp-image-9612″,»typeof»:»foaf:Image»,»style»:»»,»width»:»640″,»height»:»332″,»alt»:»Don Canet, segundo con la Victory Empulse TT»}}]] Don Canet, segundo con la Victory Empulse TT

Con un tiempo de 10:13.106, Langlois venció la categoría Heavyweight por delante de dos pilotos con KTM, Rennie Scaysbrook y Shane Scott (4º y 5º en el global), y en la general, donde sus escoltas fueron Don Canet, con una versión eléctrica de Victory (Empulse TT), y Jeremy Toye, con Victory Project 156 (también eléctrica), que en su segunda participación no se quedó con la Pikes Peak centenaria sólo por seis segundos.

[[{«type»:»media»,»view_mode»:»media_large»,»fid»:»2270″,»attributes»:{«class»:»media-image size-medium wp-image-9613″,»typeof»:»foaf:Image»,»style»:»»,»width»:»640″,»height»:»348″,»alt»:»Jeremy Toye, tercero en la general con la Victory Proyect 156″}}]] Jeremy Toye, tercero en la general con la Victory Proyect 156

Fuentes: PPIHC – Prensa equipos

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