La empresa estadounidense Brasse, diseñó un kit mediante el cual cambiar totalmente la estética y el concepto de la Kawasaki Ninja 250 para darle un aire mucho más urbano y radical. Todo sin tocar la mecánica de la moto.
Con ingenio y buenos materiales, los cutmomizadores lograron transformar una deportiva de baja cilindrada como la Kawasaki Ninja 250 en una imponente Street Fighter que “mete miedo”.
A base de quitar partes originales de la Ninja 250 e implementar las facilitadas por Brasse, se consigue tener una auténtica 31BLK.
No hace falta modificación mecánica ninguna, porque se trata de un kit de “plug and play” (montar y jugar). El caso es que por un puñado de dólares extras se pueden tener dos motos muy diferentes en cuanto a estética se refiere, aunque sin tocar el alma del Vehículo.
En el pack que Brasse pone a disposición del público en el precio básico incluye todo lo que se puede apreciar en el diseño, a excepción del portapatente, los carenados inferiores y el asiento de pasajero, que se pueden adquirir por separado.
http://youtu.be/gooQB_Zm-Xg
Fuente, fotos y video: Brasse