Como se había anunciado, con el inicio del Salón Internacional de Milán BMW presentó la versión 2020 de la S 1000 XR. Una apuesta que busca ser más ligera y versátil.
En cuanto a la potencia, mantiene el motor de cuatro cilindros de su predecesora, que eroga 165 CV a 11.000 rpm y un par máximo de 114 Nm a 9.250 rpm. Sin embargo, este nuevo modelo fue diagramado para ser un conjunto mucho más liviano y compacto: con cambios en las piezas que lo componen se obtuvo un motor que mide 12 mm menos y pierde 5 kg de peso.
Adaptada para cumplir con la normativa EURO5, la unidad además cuenta con regulación de arrastre del motor (que impide el deslizamiento de la rueda trasera) y con un embrague antirrebote.
El chasis también fue renovado a partir de un diseño flex flame, con un basculante ideado para ser más ligero y utilizando el motor como un elemento que asume una mayor función de carga.
Las suspensiones están aseguradas por una horquilla invertida de 45/150 mm delante y un amortiguador de 150 mm con articulación directa en la parte trasera, gestionado por el sistema de regulación electrónica Dynamic ESA. Los frenos están compuestos por nuevos discos delanteros de 320 mm (más estrechos) con pinzas de anclaje radial de 4 pistones. En el eje posterior, cuenta con un disco de 220 mm con pinza de un pistón.
La parte electrónica ofrece cuatro modos de conducción, control de tracción dinámico, antiwheelie, ABS Pro dinámico, asistente de arranque en pendiente y una pantalla TFT a color de 6,5 pulgadas con conectividad bluetooth, entre otras novedades.
Por último, la ergonomía de esta moto fue rediseñada para aportar mayor aerodinámica y comodidad al conductor con reformas en el asiento y un manillar un tanto más estrecho.
La BMW S 1000 XR se completa con una renovación estética que cuenta con luces LED y líneas más definidas pero siempre manteniendo su esencia.