El sueño de tener a BMW en MotoGP tiene ya larga data. Desde 1999, cuando el gigante alemán comenzó a proveer el Safety Car oficial de la categoría, se ha especulado sobre una posible llegada como competidor.
Sin embargo, a pesar de algunos intentos (como el desarrollo de un motor de tres cilindros por Oral Engineering de Mauro Forghieri en 2003) y el posterior éxito de Toprak Razgatioglu, consiguiendo dos títulos consecutivos en 2024 y 2025, BMW se mantuvo alejada del radar de la máxima categoría.
“No es el momento adecuado”, asegura BMW
Sin embargo, desde BMW aseguran que aún no es el momento adecuado para embarcarse en un proyecto tan ambicioso y complejo como MotoGP. A pesar de las declaraciones que Marcus Flasch, CEO de la compañía, realizó hace cinco meses sobre la posibilidad de ingresar al Mundial, el propio Flasch desmintió recientemente los rumores y aclaró que no hubo avances ni conversaciones formales al respecto.
«Creo que en el pasado dimos una impresión equivocada, dijimos que estudiaríamos la posibilidad, pero no se trata de un simple trámite. La decisión sobre cómo invertir nuestros recursos depende de BMW Motorrad. Luego se dialoga con el resto de la compañía para compartir la visión. En esencia, la propuesta y la decisión parten de nosotros», señaló el CEO de BMW.
Las circunstancias no favorecen la llegada a MotoGP
«El sector de la moto está entrando en una fase difícil; me sorprende que muchos competidores puedan afrontar ciertas inversiones. Nosotros, que somos una empresa sólida y con un excelente catálogo, debemos evaluar nuestras estrategias con prudencia, no hay prisa por decidir. Acabamos de ser campeones del mundo en Superbikes por segunda vez, donde podemos demostrar la calidad de nuestros productos; lo demás se irá dando. Para tomar decisiones tan importantes ahora mismo, tendría que surgir una oportunidad muy especial», aseguró Flasch, con relación a cómo la situación económica cambió en los últimos meses.
Y es que, al analizar el panorama actual, no hay incentivos claros para que BMW decida ingresar con sus motos al Mundial organizado por Dorna. La marca alemana ya goza de una sólida presencia global gracias a su división automotriz; sus modelos GS continúan liderando las ventas, y la S1000RR se mantiene como una referencia dentro del segmento de Superbikes.
Además, el aprendizaje técnico que podría obtenerse al participar en MotoGP resulta difícil de aplicar a las motocicletas de calle, que son el verdadero foco de desarrollo e innovación para la compañía. En este sentido, competir en el WorldSBK resulta mucho más provechoso, sobre todo cuando se logran títulos que refuerzan su prestigio.
Mirando hacia el futuro
Así, mientras MotoGP se reorganiza de cara a una nueva era bajo la gestión de Liberty Media, BMW prefiere mantenerse al margen, al menos por ahora. No obstante, no se descarta que en 2028, cuando se definan las directrices técnicas que seguirán las fábricas en el campeonato, la compañía bávara reconsidere su posición y vuelva a tener una puerta abierta hacia la categoría reina.