La posibilidad de que Andrea Iannone pueda estar presente en la próxima temporada del Mundial de Motociclismo parece cada vez más lejana. En las últimas horas se conoció que el contraanálisis realizado en los laboratorios de la Clínica Kreischa en Dresden, Alemania, confirmó los resultados conocidos en diciembre pasado cuando la FIM anunció que durante el Gran Premio de Malasia de 2019 se había detectado en la orina del piloto la presencia de una sustancia «no especificada en la Sección 1.1.a) Esteroides androgénicos anabólicos exógenos (AAS)» del reglamento. Desde entonces, Ianonne se encuentra completamente suspendido para participar de cualquier actividad profesional relacionada con el motociclismo y, a la luz de los hechos, parece que así será durante algún tiempo más. Hasta el momento, Andrea niega haber utilizado los anabólicos de forma intencionada y sus abogados alegan que la ingesta se podría haber dado de forma accidental mediante el consumo de carne durante el tiempo que estuvo en Malasia. La hipótesis de la defensa toma sentido a raíz de los recientes resultados en los cuales se detectó que la presencia de esteroides son muy bajos. Lo cierto es que a partir de este momento la Comisión Disciplinaria Internacional tiene 45 días para un dictamen definitivo y, en caso de ser negativo, Iannone tendrá como última instancia la posibilidad de apelar al TAS. Si en dicha instancia el piloto recibe un nuevo revés podría enfrentarse finalmente a una sanción de entre seis meses y cuatro años.
De esta forma, parece difícil que Iannone pueda estar presente en las pruebas de pretemporada en Sepang programadas del 7 al 9 de febrero y en Aprilia ya piensan en un eventual sustituto.