Para evitar el frecuente robo de motos (y bicicletas), dos ingenieros de San Francisco (USA) diseñaron SkunkLock, el “candado zorrino”. Por afuera es un convencional dispositivo en forma de “U” pero que guarda en su seno una desagrable sorpresa para el eventual ladrón.
Un compartimiento interno, que se mantiene a presión, libera un gas repugnante cuando alguien rompe el mecanismo. Este producto provoca «casi de inmediato el vómito y dificultades para respirar», según declaró a The Guardian Daniel Idzkowski, uno de los creadores del original cerrojo.
Sus impulsores admiten que el sistema no tiene un 100% de efectividad, aunque «el ladrón no podrá dejar de vomitar» ya que el gas se adhiere tanto a la ropa como a la piel. Se podría asimilar al efecto que producen el difundido “gas de pimienta”.
https://youtu.be/ba1OLoPIBfY
Fuente: Skunlock