Correr el Tourist Trophy no es para cualquiera. Así lo demuestran los 255 pilotos que murieron a lo largo de la historia de la competición intentando subirse a lo más alto del podio en la Isla de Man. Ubicado en el mar de Irlanda (entre Irlanda y Gran Bretaña), este archipiélago dependiente de la corona británica fue el escenario de esta carrera desde su nacimiento a principios de siglo, una carrera que debido a su dificultad se transformó en una leyenda y que, dentro del universo del motociclismo, se ganó el título de ser la prueba más difícil del mundo.
El origen de la carrera se remonta a principios del siglo XX. En el año 1904 los integrantes del Club de Automóviles de Gran Bretaña e Irlanda se encontraban en la búsqueda de un lugar apropiado para llevar a cabo una carrera en la vía pública algo que no era sencillo dado que las leyes del parlamento británico prohibían las carreras en las calles y caminos de Gran Bretaña. Es por esto que Sir Julian Orde, secretario del Club, decidió viajar hasta la remota Isla de Man para llevarle la propuesta al gobierno insular con la esperanza de que sus autoridades serían más receptivas a la idea de realizar carreras en las calles. El palpito de Sir Orde no falló y efectivamente la llamada “Ley de Carreteras” sancionada ese mismo año permitió que se organicen carreras tanto de autos como de motos en la isla.
Así fue que el 28 de mayo de 1907 se corrió por primera vez el Tourist Trophy en un lugar llamado “Campo Saint Johns”. Por aquel entonces el circuito constaba de 25,5 kilómetros y tras 10 vueltas resultó vencedor el piloto Charlie Collier, quien al mando de una Matchless dejaría grabado su nombre en la historia tras 4 horas y 8 minutos de carrera en los que alcanzo una velocidad media de 61,5 kilómetros por hora.
Ya hacia 1911 la carrera se trasladó al ‘Campo de Montaña Snaefell’ donde hoy en día se celebra en gran medida en el mismo circuito. Entre los años 1915 y 1918 llegarían las primeras suspensiones de la carrera: primero a causa de la Primera Guerra Mundial y luego la situación se volvería a repetir tras el estallido del segundo gran conflicto bélico entre 1940 y 1946. Sin embargo y a pesar de ello, con el paso del tiempo el circuito fue mejorando así como las velocidades alcanzadas en la prueba lo que hicieron que el Tourist Trophy se institucionalizara y comenzara a ganar fama a nivel mundial.
Una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, el TT se convirtió en la sede del Campeonato del Mundo de Motociclismo y durante los años siguientes (y como resultado del conflicto bélico) la presencia de firmas italianas se hizo cada vez más presente en la competición con marcas como Mondial, MV Augusta y Gilera. A finales de los años cincuenta y principios de los sesenta fue la época dorada del TT, con pilotos como John Surtees, Mike Hailwood, Giacomo Agostini, Phil Read y Jim Redman. La batalla entre Agostini con una MV Augusta y Mike Hailwood al mando de una Honda en el Senior TT de 1967 es considerada por muchos como la mejor carrera de la isla.
El Tourist Trophy formó parte del Campeonato del Mundo de Motociclismo hasta el año 1975, cuando producto de la peligrosidad de la prueba fue apartada del calendario. Sin embargo, la competencia continuó celebrándose y los años siguientes fueron cada vez más emocionantes: el norirlandés Joey Dunlop dominó la década de 1980 y se terminó transformando en el piloto con más triunfos en la historia con 26 victorias seguido por el inglés John McGuiness con 23 triunfos.
La tercera suspensión de la carrera tuvo lugar en el año 2001 a causa de la epidemia de aftosa que afectó al ganado en el Reino Unido y la última fue anunciada recientemente por el ente organizador a causa de la actual pandemia de coronavirus que afecta al mundo entero.
En la actualidad, se continúa corriendo por las carreteras cerradas de la isla y a pesar de haberse ganado en seguridad dados los avances técnicos de las motos, las irregularidades del circuito hacen de este el más difícil y peligroso del mundo.
De esta forma, tras 113 años de existencia el Tourist Trophy se transformó en uno de los circuitos más legendarios en la historia del motociclismo.