La superbike es la primera moto deportiva libre de emisiones que puede circular en la calle. Está confeccionada con fibra de carbono, equipada con neumáticos Bridgestone Battlax RS 10 y fue homologada en la Isla de Man, donde la marca belga ha aprovechado su permisiva legislación para ponerle luces y patente a la superbike de aspecto retro.
Ahora, la empresa belga Saroléa planea desarrollar y fabricar motos de altas prestaciones y de uso legal en las rutas, aunque sólo en forma de ediciones limitadas: un gran paso hacia la nueva era del motociclismo eléctrico y sostenible.
La Saroléa Manx 7 proviene directamente de la Saroléa SP7, una deportiva eléctrica con estilo retro que compitió en el TT Zero de la Isla de Man en 2014 y 2015. Montando slicks Battlax VO2 de Bridgestone, la Saroléa estuvo muy cerca de obtener podio tras completar el legendario recorrido TT de 60 km con una velocidad media de más de 170 km/h.
Emplea el mismo chasis de fibra de carbono que su hermana de competición SP7, de la cual también hereda su motor eléctrico con 150 CV de potencia y un demoledor par de 900 Nm, capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 2.8 segundos, con una velocidad máxima de 270 km/h.
La parte ciclo se destaca por sus llantas Marchesini forjadas de 10 rayos, calzadas con neumáticos Bridgestone Battlax RS 10 en medidas 120/60 y 200/65, y sus pinzas radiales marca Beringer (Aerotec) mordiendo sendos discos de 320 mm. El peso total de esta Manx 7 ronda los 190 kilos.
Cabe recordar que Bridgestone creó una asociación técnica con Saroléa en 2014, ofreciendo apoyo técnico y experiencia en neumáticos para dar respuesta a las ambiciones de Saroléa.
El acuerdo se basa en el compromiso de Bridgestone con un futuro con movilidad sostenible, con una visión medioambiental a largo plazo del Grupo, la conservación de los recursos y la reducción de las emisiones de CO2.
https://youtu.be/m5QjdDZENY4