Comenzó oficialmente el Salón Internacional de la Moto en Milán (EICMA) 2024 y muchas marcas apuestan fuerte al evento. Entre ellas, Royal Enfield, que presentó Flying Flea, su nueva marca de motos eléctricas. Orientada a la movilidad alternativa, la centenaria empresa inaugura su nueva área eléctrica con dos nuevos modelos Flying Flea C6 y Flying Flea S6. La primera es un modelo de enfoque más clásico y la segunda, de tipo scrambler.
Se abre una nueva etapa en la historia de la casa indobritánica . Flying Flea, el nombre de su nueva marca de electro movilidad deviene de una motocicleta Royal Enfield producida durante los años 40′. Si bien fueron pensadas como modelos para ser lanzadas desde los aviones durante la Segunda Guerra Mundial, la población civil las adoptó por su ligereza y funcionalidad.
“Flying Flea no es solo una nueva división, sino un comienzo completamente nuevo en todos los aspectos; cuando decimos que esta es una plataforma city+, queremos decir que Flying Flea permite a los conductores liberarse hacia y desde la ciudad con una experiencia de conducción realmente conmovedora y visceral. Esto es mucho más que una nueva marca de Royal Enfield: es un enfoque completamente nuevo de la marca”, afirmó Mario Alvisi, director de crecimiento de vehículos eléctricos de Royal Enfield.
La Flying Flea FF-C6
El primero de los ejemplares mostrados es la Flying Flea C6 que se trata de un modelo neo-retro. Basada profundamente en su antecesora de antaño, porta una suspensión delantera con sistema de horquilla Girder de aluminio forjado. Junto con ella, hay un guardabarros de articulado. El chasis sigue acorde a esa inspiración clásica, siendo de aluminio forjado, ligero y resistente. A ella se integra una caja de la batería que es de magnesio, combinando forma y función para ahorrar peso. Las dinámicas aletas delanteras, dispuestas en secuencias impares, representan la innovación y la tecnología moderna. Asimismo, las elegantes aletas traseras, colocadas en secuencias pares, encarnan «la tradición y el legado».
Al mismo tiempo, monta una pantalla táctil con formato redondo, que combina instrumentación clásica con características digitales. En su funcionamiento entran en juego 26 patentes que se han registrado en los últimos meses por la marca, además de un software de gestión específico, una unidad de control del vehículo central para integrar todas las funciones, una VCU que permite hasta 200.000 combinaciones de motos de conducción diferentes. Los modos de conducción permiten administrar la entrega del acelerador, el freno o la frenada regenerativa. También equipa ABS sensible en curva y una alimentación mediante un enchufe doméstico. Los datos de rendimiento serán publicados con el lanzamiento de la moto, que se prevé para 2026.