En el año de su 60º aniversario, la MT-10, una versión streetfighter de la R1, fue el caballito de batalla de la firma de los diapasones, junto a la MT-03 (R3 naked) y la XSR900, la versión neo retro de la MT-09.
El surtido espacio de Yamaha se vio coronado con la llegada del modelo alto de su “lado oscuro, la MT-10 (la más grande de la gama), que estuvo acompañada por la MT-03 (la más chica), pero también se pudo observar la actualización de la MT-09 del 2016 junto con sus diferentes variantes equipadas con TCS. Toda una línea muy desafiante que le ha dado muchas satisfacciones a la marca de los tres diapasones, rematada por la MT-07 Moto Cage, un ejemplar que apuesta por un decorado provocador y dinámico, muy al estilo de las stunt-bike.
Después del lanzamiento de la XSR700, la XSR900 sube la vara de las Spot Heritage y de la filosodía “Faster Sons”; además, para celebrar nuestro 60 aniversario, los modelos de la gama Sport Heritage ahora se fabrican con la mítica decoración Yamaha en amarillo y negro con motivos speedblock.
La WR450F de enduro con su diseño de culata invertida también estuvo en el foco de atención, de la mano de su máxima referencia, la WR450F Dakar, que representará al sello azul en el octavo Rally en suelo sudamericano a realizarse en Argentina y Bolivia en enero.
En cuanto a scooters, el sofisticado TMAX 530 Lux Max o el renovado TMAX Iron Max brillaron por nivel y confort.
Yamaha llevó al EICMA su triciclo súperdeportivo, la MWT-9, un concept con la impronta Leaning Multi Wheel (LMW) y un potente tricilíndrico de 850 cc.
Por otra parte, mostró la Resonator 125, una moto básica, liviana y sólida que combina un diseño retro con la tecnología más actual.
La guinda la puso su YZF-R1 60 Aniversario, con los colores de guerra amarillo, blanco y negro, al estilo Kenny Roberts.
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https://youtu.be/NEfLhWX2dZQ
Fuente: Prensa EICMA