Con 50 años de rodaje, la Triumph Bonneville es una de las motos que más modificaciones ha recibido a lo largo de su historia. Ahora la firma Hinckley ha presentado dos nuevas versiones, con las que va un paso más allá.
La firma Hinckley quiso profundizar cambios en su moto icónica, la Triumph Bonnevile, reuniendo dos equipos de trabajo de su propia fábrica, para dar vida a dos concept, la TFC1- Bobber y la TFC2- Scrambler.
Con el término Bobber en su nombre, Hinckley quiere indicar que esta versión será de líneas duras, con muy poca equitación y con una sensación de conducción pura.
Pero el equipo de diseño fabricante Hinckley no quedó ahí, si no que dio paso más allá, creando una moto que mezcla a la perfección el pasado y el futuro, gracias a la instalación de un chasis rígido de doble tubo con basculante monobrazo, Horquilla Fox Factury ajustable desde el manubrio, pinzas de freno delanteras de 4 pistones y un motor de 4 cilindros invertidos.
Además esta moto equipa lo último en tecnología como acabados sin soldaduras (con un adhesivo especial), amortiguador Fox inteligente y luces de LED.
La Scrambler, en tanto, es simplemente radical, transformando a la mítica motocicleta Inglesa Bonneville en una moto Off Road.
Se trata de una propuesta Neo-Retro, que une las prestaciones y la esencia Bonneville con la maniobrabilidad y estilo Off Road, junto con la tecnología más actual.
Para conseguirlo los diseñadores se pusieron como premisa lograr una máquina más liviana y con mayor potencia del motor. Para reducir peso, entre otras cosas, sustituyeron el chasis de acero de la Triumph original por uno de acero y titanio, montaron el basculante de la Speed Triple y colocaron fibra de carbono en el tanque y los guardabarros.
Mientras que, para darle más potencia, rebajaron la culata, instalaron válvulas de mayor tamaño, un árbol de levas de gran recorrido, toberas de admisión de aluminio o el cuerpo de mariposa de la Daytona.
http://youtu.be/h_4Ep1t-PTs