Motos híbridas: ¿hay lugar para ellas en el futuro cercano?

La tecnología híbrida que une motores de combustión interna con impulsores eléctricos es una variante cada vez más elegida entre los automóviles. Pero ¿qué pasa con la industria de las motos? Un análisis de nuestro especialista Bernardo Santos.

Motos híbridas: ¿hay lugar para ellas en el futuro cercano?

Motos híbridas: ¿hay lugar para ellas en el futuro cercano?

El Toyota Prius de 1997 fue el primer auto en combinar un motor de combustión con un propulsor eléctrico dando comienzo a una tecnología que tiempo más tarde llegaría a una gran cantidad de estilos, marcas y propósitos. Esto fue así a tal punto que en muchas ciudades el transporte público utiliza este método ya que consume menos combustible y es menos contaminante.

En términos generales, los vehículos híbridos son vistos como un paso intermedio entre la combustión convencional y la movilidad eléctrica, que, sin dudas, será la gran protagonistas de los próximo años. Pero ¿por qué no se habla tanto de motos híbridas como si sucede con los automóviles? En el caso de las motos hay una larga lista de unidades eléctricas y prácticamente cada marca de reconocimiento internacional ya ofrece un modelo con esta tecnología. Sin embargo no sucede lo mismo con los modelos híbridos y solo algunas empresas se animaron a apostar por este método como Honda, Yamaha, TVS, Kawasaki y Piaggio.

La empresa italiana fue una de las grandes pioneras con su tradicional scooter de tres ruedas, el Piaggio MP3, pero en versión Hybrid. Este modelo fue lanzado en 2009 y aprovechaba su gran porte para equipar un motor de 125 cc que se combinaba con uno eléctrico para los desplazamientos que menos esfuerzo motriz necesitaban. En este caso, de forma casi prematura se comenzaron a ver algunas de las problemáticas de este tipo de motos: su peso era mayor en comparación a las unidades convencionales, su potencia se veía afectada y en el caso de los scooters se reducía mucho el espacio de carga que está abajo del asiento, lo que para muchos usuarios es un punto en contra.

Además del peso, otra de las contras de las motos híbridas es la emisión de gases. Este es mayor si se la compara con una moto eléctrica, que además en la actualidad tiene rendimientos similares y una autonomía levemente menor.

¿Y las motos deportivas?

Una moto debe ser compacta, más aún si se la piensa para el uso en ciudad. Por eso el hecho de agregarle un motor eléctrico a una unidad de combustión aún no es apuesta convincente para el usuario. Pero ¿qué pasa con las motos con mayores prestaciones y usos recreativos? Retomando la comparación entre autos y motos, entre los primeros hay muchos súper deportivos con tecnología híbrida pero en las motos la filosofía es diferente. Mientras mas deportividad exprese un modelo, más importante es el peso contenido. Además, estos sistemas de dos motores son compatibles solamente con transmisiones automáticas, un punto que también las aleja de los usuarios más puristas.

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Un ejemplo claro de una moto con grandes prestaciones y motor híbrido fue la Furion M1. Se trata de un concepto de naked presentado en 2018 que utilizaba la base estructural de una Yamaha R6. Antes que nada, hay que aclarar que pese a sus cifras (175 CV de potencia y 30 km de autonomía para al motor eléctrico) todavía no llegó a producción. Sucede que desde sus inicios parecía más un proyecto pensado solamente para algunos entusiastas, que realmente una solución de movilidad.

En el caso hipotético de una mayor oferta de este tipo de motos, no todas las características son negativas. Dependiendo de su estilo, un modelo de este tipo puede tener mayor cantidad de par gracias a que utilizaría el motor eléctrico en bajos. Además, la contaminación es menor si se la utiliza a baja velocidad y el sonido también estaría poco presente. También se estima una reducción en gastos de mantenimiento gracias a la eficiencia del motor eléctrico.

Algunos posibles caminos

En conclusión, la tecnología híbrida no parece una solución aplicable a motos con rasgos deportivos o con fines ociosos. En cambio, con un nivel de desarrollo mayor, podría ser una gran alternativa para los scooters. Cabe destacar que en este caso tendría como fuerte competencia a la movilidad 100% eléctrica que ya está muy instalada en esta categoría.

Finalmente, los usuarios de motos de Gran Turismo o Customs podrían adoptar de mejor manera este avance técnico, ya que son unidades de gran porte a quienes una suba en el peso no le cambiaría mucho, es más, hay varias marcas que ya utilizan sistemas que reducen significativamente el rendimiento de este tipo de modelos cuando se conducen en ciudad, desactivando algún cilindro del motor de combustión para reducir consumos, temperatura, ruido y contaminación.

La filosofía de optar por un motor de apoyo eléctrico sería similar pero con un nivel mínimo de contaminación nulo. Sin dudas las motos con mayor porte y peso parecen ser las más aptas para este tipo de propulsión.

Fuente/s: Exclusivo Motos

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