Miguel Angel Galluzzi: el nombre detrás del diseño

Hablar de Miguel Angel Galluzi es hablar de uno de los máximos exponentes del diseño en el mundo del motociclismo a nivel internacional. Es que a lo largo de sus 60 años de edad supo construir una dilatada trayectoria que lo llevó a trabajar en algunas de las marcas más importantes a nivel global y a ser, lógicamente, el responsable de unidades de gran relevancia en el mercado actual. Nacido en Buenos Aires el 26 de octubre de 1959 y bautizado con el mismo nombre que su padre, Galluzzi se crió en el seno de una familia de motociclistas. Tanto su abuelo, como sus tíos y su progenitor, solían andar en moto e incluso eran pilotos de carreras. Tal es así, que apenas cuatro días después de haber nacido, su padre ganó una importante carrera y fue con el dinero obtenido por el triunfo que pudo sacar a su hijo del hospital. En este contexto es en el que creció el diseñador y se podría pensar que el amor por los motores y las dos ruedas fue casi inmediato. Sin embargo, no fue tan así. Cuando alguna vez se le preguntó por sus comienzos en el universo del motociclismo, el

Hablar de Miguel Angel Galluzi es hablar de uno de los máximos exponentes del diseño en el mundo del motociclismo a nivel internacional. Es que a lo largo de sus 60 años de edad supo construir una dilatada trayectoria que lo llevó a trabajar en algunas de las marcas más importantes a nivel global y a ser, lógicamente, el responsable de unidades de gran relevancia en el mercado actual.

Nacido en Buenos Aires el 26 de octubre de 1959 y bautizado con el mismo nombre que su padre, Galluzzi se crió en el seno de una familia de motociclistas. Tanto su abuelo, como sus tíos y su progenitor, solían andar en moto e incluso eran pilotos de carreras. Tal es así, que apenas cuatro días después de haber nacido, su padre ganó una importante carrera y fue con el dinero obtenido por el triunfo que pudo sacar a su hijo del hospital.

En este contexto es en el que creció el diseñador y se podría pensar que el amor por los motores y las dos ruedas fue casi inmediato. Sin embargo, no fue tan así.

Cuando alguna vez se le preguntó por sus comienzos en el universo del motociclismo, el mismo Miguel Angel respondió: “Mi historia viene desde hace mucho mucho tiempo, creo que tenía ocho años. Mi hermano me llevaba un año, ya que él nació un 25 de octubre y yo el 26. Soy mayor que él pero las fiestas de cumpleaños siempre eran el mismo día. En este entonces, yo estaba esperando que me regalen una batería, porque realmente quería ser baterista. Pero en vez de eso mi tío nos regaló una motocicleta de 50 cc. Recuerdo que estábamos muy decepcionados porque realmente queríamos la batería. Sin embargo, desde aquel día no paramos: mi hermano aún corre en moto en Argentina y yo estuve involucrado desde entonces.”

En aquellos años donde el motocross estaba en auge, Galluzzi comenzó a correr y con el paso del tiempo comenzó a sentir la necesidad de diseñar e inventar cosas. Así fue que, una vez terminado su paso por el servicio militar obligatorio en Argentina, decidió abandonar el país y radicarse en los Estados Unidos.

En el país norteamericano se inscribió en la carrera de ingeniería mecánica. Posteriormente ingresó al Art Center College of Design de Pasadena, California, donde se graduó en 1986.

De allí en más, Miguel Angel comenzó su trayectoria como profesional con las grandes marcas. Dio sus primeros pasos trabajando para Opel y luego para el estudio de diseño V-Car / Omega de Honda en el año 1988 para finalmente recalar, un año después, en Cagiva. De la firma italiana formó parte durante 17 años seguidos en los cuales coincidió nada más ni nada menos que con los diseñadores Massimo Tamburini y Pierre Terblanche. Allí diseñó la 900 Supersport, la ST2 y la Planet así como la Raptor y la V-Raptor. Sin embargo, ninguna de esas motos tuvieron tanto éxito como la Ducati Monster creada por Galluzzi para la firma boloñesa. Al respecto y sobre el nacimiento de esta mítica motocicleta, el diseñador cuenta: “Tres o cuatro meses antes del final de 1991 alguien me dijo que iba a haber una reunión de importadores del Grupo Cagiva en la fábrica. Conseguí convencer a Claudio (NdR: Claudio Castiglioni, fundador de Cagiva) de llevar la moto a aquella reunión. Los grandes importadores de Cagiva estarían allí, como Marcel Seurat, de Francia. También estaría Alemania y Reino Unido. La reunión duró tres días. El último día, Claudio dijo: ‘tenemos algo que mostrarles y nos gustaría que nos dieran su sincera opinión». Había una habitación grande al final de la oficina técnica. Cuando entramos quité la funda y todos preguntaron algo como: ‘¿Qué es eso?’ El primero en reaccionar fue Seurat que dijo: «Claudio, esto es una verdadera moto. Hay que poner esto en producción rápidamente. ¡Compraré las primeras mil!».

Miguel Angel agrega: «Todos los ejecutivos de Ducati se miraron entre ellos; dijeron que estaba loco. Algunos se referían a Seurat, ¡otros a mí! En ese momento es cuando se inventaron la historia que todo el mundo cuenta: -‘¿dónde están los carenados?, ¡parece un Monstruo!’ – pero nada de eso es cierto. Fue algo como, «¿qué hacemos con esta cosa tan rara?» En ese momento solo Seurat entendió lo que era y fue el único que intentó conseguir que se pusiera en producción.”

La historia ya es bien conocida: finalmente la Ducati Monster terminaría siendo una de las motos más vendidas por la compañía italiana, salvándole de la bancarrota en la década de 199 y transformándose en una verdadera referente a nivel mundial dentro del segmento naked.

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Ya en el año 2006, Galluzzi abandonó Cagiva y comenzó a trabajar para Aprilia donde ocupó el puesto de director de diseño y estilo. Allí creó las Aprilia Dorsoduro de 2007, la RSV4 de 2008 y la SL 750 Shiver de 2009, entre otras motocicletas.

Como Aprilia pasó a formar parte del Grupo Piaggio, desde el año 2012 Miguel Angel se mudó de la sede de Piaggio ubicada en Pisa hacia Estados Unidos, donde se dedicó al diseño de la nueva generación de modelos de Moto Guzzi.

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