El fin de semana pasado se llevó a cabo en Sepang uno de los últimos test oficiales de cara a la próxima temporada del Campeonato Mundial de Motociclismo y una de los principales incógnitas era saber cómo respondía Marc Márquez a la exigencia física. El piloto de Honda se encuentra en pleno proceso de recuperación tras haber sufrido una lesión en su hombre derecho que lo obligó a ingresar al quirófano a fines del año pasado. De esta forma, el test en Malasia significó un gran desafío para el español a la vez que sirvió como radiografía para conocer en qué condiciones se encuentra de cara al comienzo de la nueva temporada.
Más allá de las expectativas, parece ser que los resultados no fueron los que se esperaban en el Repsol Honda y así se encargó de expresarlo el propio piloto: «Es importante volver a subirme a la moto y estaba contento, pero desde la primera salida a pista ya he visto que me estaba encontrando peor de lo que esperaba sobre la moto» dijo Márquez, luego de haber retomado la actividad durante el primer día de pruebas en el Circuito de Sepang, en Malasia. Durante esa primera jornada, el octacampeón pudo completar 37 vueltas y finalizó duodécimo a más de siete décimas del francés Fabio Quartararo, quien marcó el mejor tiempo de la jornada. Ya en el segundo día Márquez pudo completar diez vueltas más que el día anterior, sin embargo, la prueba se vió opacada con una caída sufrida en la vuelta 3. Algo similar le sucedió el domingo, el último de los tres días previstos, donde completó 47 vueltas y sufrió una caída en la curva 14. Y por si fuera poco Márquez agregó: “Para la primera carrera estoy más preocupado por la moto que por mi estado físico, porque hay cosas que hemos probado que no han terminado de convencerme. Evidentemente, el nivel de esa parte técnica la marca la competencia, y en este caso ha dado un paso adelante”.
