El niño falleció cuando entrenaba para alcanzar su sueño de ser piloto. Ahora sus órganos salvarán cinco vidas.
Marco Scaravelli era un niño italiano de tan sólo 6 años que soñaba con seguir los pasos de ídolos del motociclismo como Rossi o Iannone. La mala suerte se interpuso en esta ambición cuando el pasado sábado 16 de julio perdió el control de su minimoto e impactó contra una pared del circuito Racing Park de Viadana, al norte de Italia, muy cerca de su pueblo natal, Dosolo (Lombardía).
Eran los primeros pasos del pequeño Marco en el mundo del motociclismo. Su padre, Cristian, en declaraciones al ‘Corriere della Sera’, indicó que “Marcó aceleró, iba al máximo, y perdió el balance asustado. Tocó a un niño, pasó la barrera y se fue directo contra una puerta de hierro”.
El accidente se produjo cuando intentaba resguardar del calor su minimoto bajo un toldo que se encontraba a unos sesenta metros. Un golpe fuerte, ya que este pequeño vehículo puede alcanzar los 50 ó 60 kilómetros por hora. La dureza del choque le causó la muerte por traumatismo cranoencefálico, aún con la protección del mono y el casco.
Pese al dolor por el que están pasando en estos momentos, los padres de Marco quisieron convertir esta desgracia en un acto de generosidad, en una noticia de esperanza para otros niños, donando los órganos de su hijo.
Su padre publicaba en Facebook el siguiente mensaje: «Marco siempre ha sido un niño feliz, alegre y generoso, dispuesto a compartir un trozo de chocolate con mamá y papá, un juego con un amigo. […] Hoy, Marco ha decidido donar sus dos riñones, el hígado, los pulmones y el corazón. Hoy, gracias a Marco cinco familias tendrán una oportunidad para la esperanza. Hoy, gracias a Marco cinco niños pueden comenzar una nueva vida».