La estrecha relación entre las dos multinacionales es de público conocimiento, además de compartir a KISKA como responsable de diseño, la compañía china es importadora oficial en su país de la empresa europea y ensambladora de los modelos Duke de menor motorización bajo la marca KTMR2R.
Esa colaboración irá al siguiente nivel, ya que juntas fundarán una planta de producción en Hangzhou (la tercera del grupo KTM junto a la de Mattighofen, Austria, y Pune, India) en la que se prevé que se elaborarán 50.000 motos al año, de 10 modelos diferentes, entre ellos la versión final del prototipo CFMoto V.02-NK con motor LC8 de 999 cc y las nuevas DUKE 790 con el propulsor bicilíndrico en paralelo LC8c para el año 2020.
La “casa naranja” tuvo en 2017 un crecimiento del 17% de las ventas a nivel mundial, con 238.334 unidades comercializadas, si se tiene en cuenta las Husqvarna que también forman parta del grupo. Su próximo objetivo es llegar a las 400.000 motos para el año 2022, plan del cual es parte esta unión comercial que tiene como nombre CFMoto-KTMR2R.
De todos modos, no todo es beneficio para los europeos, la marca asiática será propietaria mayoritaria de las acciones de esta “joint venture” y equipará con tecnología de primera calidad a su futura gama de modelos de alta cilindrada, lo que supone un gran avance dentro de su mercado doméstico.