H-D decidió trasladar parte de su producción como consecuencia -no directa- de la medida del presidente estadounidense, Donald Trump, de imponer tarifas al acero y aluminio que provengan desde Europa con el fin de proteger los empleos de su país. Esa disposición tuvo como réplica una acción similar por parte de la UE, que dictaminó un 25% de impuestos a una serie de productos estadounidenses, entre ellos las motos de gran cilindrada.
Según cálculos del fabricante, esas tarifas le costarían entre 90 y 100 millones de dólares al año, sumado a que las unidades exportadas al territorio del viejo continente aumentarían 2200 dólares en promedio, aunque por el momento no se elevaría el precio al por menor.
“El tremendo incremento de costo, si se traspasa a concesionarios y clientes minoristas, tendría un impacto negativo inmediato y duradero en los negocios de la región”, explicó la firma que rápidamente experimentó una caída en las acciones del 5,3% en la Bolsa de Nueva York.
Llevar las líneas de producción al exterior podría llevarle a Harley-Davidson entre 9 y 18 meses, por lo que en el corto plazo la empresa absorberá la suba de los precios, según anunció en un comunicado oficial. En principio las plantas que podrían recibir la producción destinada para Europa serían las que la marca posee en Australia, Brasil, India y Tailandia.