La denominada Benelli 512M originariamente, fue despojada todos sus componentes, por lo que únicamente quedó el chasis y las llantas. Se utilizó el motor de una moto de la misma marca pero de 500 cc con el que consiguieron el doble de potencia en comparación con el modelo de serie. Además, el taller puso especial atención en el propulsor e incorporaron cuatro carburadores Dellorto y encendido electrónico Dynatech. El bloque se completó con un escape artesanal de disposición 4-1-2-4 con silenciador HP Corse y una terminación con un tratamiento cerámico blanco, de la misma manera que la Ferrari.
El subchasis fue fabricado en aluminio y un poco más corto para conseguir un acabado más armonioso en conjunto con el colín y el nuevo asiento. La horquilla trasera también fue remplazada y equipada con una suspensión tipo cantiléver, mientras que casi todo el tren delantero fue provisto por una Buell M2 Cyclone, incluyendo su disco de freno de 340 mm con pinza de seis pistones. Ambas llantas se mantuvieron de serie, de 18”, con neumáticos Avon que respetan el diseño clásico.
Uno de las partes más llamativas es el tanque de combustible hecho a mano, con un “ojo de buey”, como se dice en Italia, de cada lado que sirve para ver la cantidad de nafta disponible.
Créditos: Plan B Motorcycles