Desde principios de 2017, es de público conocimiento que Ducati está diseñando una nueva deportiva de cuatro cilindros. La novedad es que el motor de este modelo, que saldrá al mercado en los próximos años, se basaría en el prototipo Desmosedici GP15, protagonista del MotoGP.
La nueva V4 tendrá dos trabajos muy difíciles. El primero consta en poder suplantar muchos modelos históricos de la casa italiana, que contaron con motores bicilindircos y que causaron furor entre los amantes de la firma, como por ejemplo la aclamada Panigale.
El segundo reto será representar a la marca en la competencia de modelos de serie por excelencia, el Mundial de Superbikes, pero para que este hecho sea una realidad, los fanáticos deberán esperar al menos dos años más ya que Paolo Ciabatti, Director Deportivo de Ducati Corse, aseguró que durante 2018, la Panigale será la elegida, nuevamente, para este campeonato.
Desde la firma boloñesa afirman que el motor de la GP15 es muy superior en cuanto rendimiento, que su predecesor. Por eso se eligió esta unidad de 1.000 cc, capaz de superar los 240 cv y con una tecnología bastante superior a lo que el usuario común está acostumbrado, para la nueva “Superbike” de serie.
Una de las grandes incógnitas de esta naciente deportiva será el precio, ya que se supone que será muy exclusiva, teniendo en cuenta el duro trabajo que Ducati tiene por delante que es adaptar un chasis y una gran cantidad de otros componentes de competición, a una unidad de producción convencional, sin exagerar los costos.
“El motor de la GP15, que con las modificaciones y mejoras necesarias se encuentra todavía en uso, es una buena base para el desarrollo de una moto de producción. De esta manera, no empezamos por un motor completamente nuevo. Por supuesto, hay que adaptar el proyecto a las características de un producto estándar. Estamos trabajando en ello”, comentó Ciabatti en medios italianos.
Fuente: Motoblog.it