La marca italiana estaría planeando colocarle “alerones” a la próxima edición de su ya célebre deportiva, modelo que bajará su cilindrada de los 1.103 cc hasta los 1.000 cc para poder competir en el campeonato mundial de velocidad basado en unidades de serie.
Dicha especulación nació a partir de un Tweet del director general de la firma, Claudio Domenicali, que subió una foto de la Ducati GP18 de MotoGP en el parque cerrado de Misano donde ganó Andrea Dovizioso y comentó que: “Ducati Corse mejoró mucho y aprendió muchas cosas. Estoy deseando que salga todo este desarrollo en nuestras futuras versiones de las V4 de producción: Rigidez del chasis, construcción del basculante, estrategia del control de tracción, paquete aerodinámico…”
Medios europeos confían en que la casa de Borgo Panigale muestre esas novedades en el próximo Salón Internacional de la Moto en Milán, Italia, ya que para poder utilizar esa tecnología en el Mundial de Superbikes próximamente necesitaría tener 125 unidades fabricadas antes de la homologación del producto, 250 a finales de año y 500 al final del siguiente calendario, sumado a que el precio final de la moto no supere los 40.000 euros, límite impuesto por las normas de la competencia para sus modelos base.