La Benelli 302S es una moto con fuertes características urbanas que la marca de origen italiana (actualmente con influencias chinas) presentó en el Salón Internacional de Milán como la sucesión de la muy exitosa TNT 300 o BN 300, dependiendo el mercado donde se comercializaba.
Este restyling corrió por cuenta del lápiz del diseñador Stéfano Michelotti, quien sobre la confiable base del modelo anterior, le otorgó un nuevo carácter, más agresivo y actual, con una frontal más atractiva, gráficos distintivos y una paleta de colores renovada. A eso, Benelli le sumó algunas actualizaciones en cuanto a lo electrónico, como su pantalla central, o en la seguridad, como el ABS, un sistema que en gran parte de los mercados emergentes aún no es obligatorio como si lo es en Europa, por lo que es un avance destacable.
El detalle de la base estructural y motriz que se mantendrá en este modelo no es menor, ya que es un tándem muy bien logrado que le otorga a la unidad un buen comportamiento dinámico a pesar de su apariencia de moto de mayor cilindrada; con un consumo contenido a velocidad crucero y buena respuesta cuando se lo exige. Por estas características Benelli sigue confiando en esta relación chasis-motor, que a su vez, también inspiró a los bocetos de la futura Harley-Davidson 338R, la unidad de media/baja cilindrada que la casa de Milwaukee está desarrollando junto al fabricante chino Qianjiang, propietario de Benelli y Keeway.
Base confiable
El motor de la Benelli 302S se caracteriza por sus buenas prestaciones y por su sonido tan particular. Se trata de un bicilíndrico en paralelo de cuatro tiempos, 300 cc, con inyección electrónica de combustible (EFI) y una distribución a cargo de un doble árbol de levas a la cabeza (DOHC). Esta naked deportiva entrega su mayor potencia a altas revoluciones (38 CV a 11.500 rpm) y cuenta con un torque de 25,6 Nm a 9.000 rpm que en combinación con sus 185 kg le otorgan una gran reacción.
Otro de los detalles sumamente destacables de su motor es su consumo de solamente 4,3 litros cada 100 kilómetros (declarado de fábrica), lo que significa que con sus 16 litros de capacidad en su tanque de combustible ofrece casi 400 kilómetros de autonomía, claro, dependiendo del peso del piloto y del ritmo que este le imprima, pero, teniendo en cuenta que es una unidad pensada más que nada a un ámbito urbano, sus cifras son más que interesantes.
Su chasis está confeccionado en caño reticulado que, según Benelli, es más liviano que el que equipaba su antecesora. A esta estructura de acero se le acopla una suspensión delantera compuesta por una horquilla invertida de 41 mm de diámetro, mientras que la parte trasera posee un monoamortiguador lateral ajustable en precarga.
Por su parte, la frenada está a cargo de un doble disco delantero de 260 mm y a uno simple de 240 mm atrás. Estos discos son ondulados y flotantes, a su vez están acompañados por dobles líneas de freno de acero inoxidable trenzadas y equipan cuatro pistones por pinza, un detalle difícil de encontrar en la competencia. Ahora, el sistema está asistido por ABS, uno de los elementos que los usuarios más exigían en la versión pasada de la esta naked.
Por último, en cuanto a su parte de ciclo, cuenta con llantas de 17 pulgadas, con cubiertas en medida 120/70 adelante y 160/60 atrás, que dependiendo del mercado donde se comercialice, pueden ser acompañadas por las reconocidas Pirelli Angel.
Diseño que no olvida sus raíces
Desde que Benelli es propiedad del conglomerado chino Qianjiang, la marca es muy enfática en recalcar que el diseño de sus productos aún se realiza en centros italianos. Ese punto le otorga detalles muy específicos a sus motos que se podían ver con claridad en la TNT 300 y, en consecuencia, en la actual 302S. En términos generales, la unidad aparenta ser de mayor cilindrada, esto es gracias a lo robusto de su tanque de combustible y de la posterior zona central, donde se puede ver la corta salida del escape en la parte inferior, un rasgo que se está volviendo característico en las motos de esta categoría y que pretende mantener una correcta centralización de mazas. Otros testigos de su diseño italiano son su filoso colín que fue rediseñado y el atractivo chasis a la vista en su parte lateral.
Los principales cambios estéticos de esta novedosa versión están plasmados en la parte gráfica del tanque de combustible, en los plásticos y principalmente en la óptica frontal que es totalmente nueva y que fue dotada de tecnología LED.
Además, el tablero, compuesto por una pantalla digital LCD, es más fácil de leer, y al igual que en al Benelli 502C, cuenta con sensor crepuscular para una mejor lectura en cualquier condición de iluminación ambiental. Esta pantalla incluye algunas funciones nuevas, como la posibilidad de elegir entre millas o kilómetros, y ahora también indica marcha engrandada, además de agregar un reloj.
La Benelli 302S está disponible en las paletas de colores Blanco y Rojo, Negro y Rojo y una novedosa opción Verde con detalles en negro.
Con esta unión de conceptos muy probados como su eficiente motor y actualizaciones muy necesarias en la seguridad y en el diseño, la casa de origen italiano sigue apostando a liderar el muy competitivo segmento urbano de media cilindra.