El Gobierno concretó la firma de un acuerdo sectorial para la industria de la moto en el que se disminuye la carga impositiva para la importación de unidades que se ensamblen localmente. El objetivo es elevar la integración de componentes nacionales al 20%, generar 4000 puestos de trabajo en el mediano plazo, llegar a vender 800 mil motos en el término de tres años y fomentar las exportaciones.
Un pacto suscripto por dos cámaras de fabricantes, una de motopartes y varios sindicatos con el Ministerio de Producción de la Nación tiene como principales objetivos recuperar y superar el volumen del mercado interno hasta llegar a 800 mil unidades en tres años, impulsar una integración sustentable de partes y piezas seleccionadas estratégicamente junto con las terminales para elevar la sustitución de un 5 a un 20% en el mediano plazo; garantizar precios competitivos para el consumidor; avanzar en la estandarización de componentes; generar empleo de calidad (unos 4000); y duplicar las exportaciones a los países de la región.
De la iniciativa participaron la Cámara de Fabricantes de Motovehículos (CAFAM), la Cámara Industrial de la Motocicleta, Bicicleta, Rodados y Afines (CIMBRA), la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA), la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC); y, en nombre de los trabajadores, el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA), la Asociación de Supervisores de la Industria Metalmecánica de la República Argentina (ASIMRA) y la Unión Obrera Metalúrgica (UOM).
Primer paso: reducción arancelaria
“En una primera etapa, el Poder Ejecutivo se comprometió a realizar una adecuación arancelaria que favorecerá el ensamble local, y a promover un proceso sustentable de integración local de partes y piezas. Por su parte las empresas fabricantes trabajarán en la ampliación de su capacidad productiva para acompañar el crecimiento del mercado interno, impulsarán el desarrollo de nuevas tecnologías de motorización y elaborarán un plan de promoción de exportaciones del sector”, según informó en un comunicado la Cámara de Fabricantes de Motovehículos (CAFAM).
En la práctica, el Gobierno eliminó el sistema de importación por “Licencias No Automáticas, que no permitía la entrada directa de motos al mercado local, y adecuó actual cuadro arancelario de importación, estructurado por cilindrada, a un nuevo esquema que garantice un diferencial de 15 puntos porcentuales entre motos armadas y desarmadas que ingresen al país para unidades de más de 250 cc de cilindrada, y de 25 puntos porcentuales para aquellas de entre 50 cc y 250 cc.
“Las de hasta 250 cc pagaban un 20% de arancel si entraban al país armadas o desarmadas. A partir del acuerdo, pagarán un 10% de arancel si se importan desarmadas y sube al 35% si vienen armadas. Las superiores a los 250 continuarán pagando 35% si se importan armadas –, pero bajará al 20% si vienen desarmadas”, aclaró Lino Stafanuto, presidente de CAFAM.
Compromisos mutuos por la sustentabilidad
En una segunda etapa, las autoridades de Industria de la Nación convinieron con las entidades firmantes del acuerdo en que van a articular con el sector privado un esquema de incentivos adecuado para un plan de integración local de partes sustentable, otorgando como contraparte beneficios arancelarios a la importación de aquellas que no se produzcan en el país.
Además, que promoverán las exportaciones con integración local, la asistencia técnica a través del INTI y otros programas del Ministerio de Producción para el desarrollo competitivo de proveedores motopartistas. Por otra parte, que revisarán el marco regulatorio para eficientizar los procesos regulatorios del mercado de motos eléctricas, como así también las mecánicas y costos de patentamiento.
Por su parte, las empresas fabricantes y el resto de los representantes del sector privado aceptaron ampliar su capacidad productiva para acompañar el crecimiento del mercado interno y regional, avanzar en un programa de desarrollo de proveedores que permita aumentar la integración local de partes y piezas bajo estándares internacionales de calidad y seguridad, impulsar la producción local de nuevas tecnologías de motorización (motos eléctricas), y expandir las exportaciones a los mercados regionales donde ya se registran operaciones, explorando nuevas oportunidades de negocios.
Ausencias
Cabe consignar que, por diferencias de criterios, no suscribió momentáneamente este pacto de productividad la Cámara Argentina de la Motocicleta (CAM). Tampoco lo hizo la Cámara de Industriales de la Moto (CIMO), que mostró su descontento por no haber sido citada a la mesa de diálogo para hacer aportes. “Somos actores importantes en el mercado de la moto, creemos que deberíamos haber sido convocados para defender a nuestras empresas asociadas, la mayoría Pymes”, sostuvo Héctor Chiapero, el presidente de la entidad que agrupa a motopartistas, en una nota publicada por un diario rafaelino.
Créditos: CAFAM – La Opinión – Clarín– Infobae– La Nación– Fuentes propias.