La guerra arancelaria desatada por el gobierno de Donald Trump encendió todas las alarmas en el sector de las dos ruedas. El nuevo Acuerdo Marco entre Estados Unidos y la Unión Europea, rubricado el pasado 21 de agosto tras una reunión entre Trump y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, contempla un incremento sustancial de impuestos a las importaciones procedentes de Europa.
El pacto fija un arancel general del 15%, retroactivo al 1 de agosto, y añade un gravamen del 50% al acero y al aluminio, materiales esenciales en la fabricación de motocicletas. Para la industria europea de la moto, esto se traduce en precios que podrían duplicarse en el mercado estadounidense, volviendo prácticamente prohibitivas marcas como BMW, Ducati o KTM.
Un golpe directo al mercado norteamericano
El sector recalca que Estados Unidos es uno de los destinos más relevantes para la exportación de motocicletas, tanto en el segmento deportivo como en el off-road. No solo se encarecen los productos terminados, sino también los repuestos, accesorios y componentes, lo que amenaza la viabilidad de muchas compañías, incluidas auxiliares de países como España.
En paralelo, fabricantes estadounidenses como Harley-Davidson e Indian tampoco escapan del impacto. La dependencia de la importación de acero y aluminio obliga a estas marcas a asumir mayores costes de producción, en un contexto ya tensionado por la competencia global.
Preocupación en Europa y España
La Asociación Europea de Fabricantes de Motocicletas (ACEM) y la Asociación Nacional de Empresas del Sector de Dos Ruedas (ANESDOR) expresaron su rechazo al acuerdo. «Este Acuerdo Marco, tal y como está redactado, representa una respuesta profundamente inadecuada a los retos a los que se enfrenta la industria europea. Además del arancel del 15% para los productos generales, los nuevos aranceles del 50% sobre el contenido de acero hacen que gran parte de los beneficios del acuerdo carezcan de sentido para los fabricantes de motocicletas», advirtió Antonio Perlot, secretario general de ACEM.
Por su parte, José María Riaño, secretario general de Anesdor, recordó que para España el mercado norteamericano es clave en segmentos como el off-road y las motos eléctricas. «Es necesario que se revise este acuerdo cuanto antes, y se ajuste de una manera más certera a las características de la industria de la motocicleta, de manera que el impacto generado se mitigue lo antes posible», reclamó.
Un futuro incierto
Aunque el acuerdo contempla futuras conversaciones para revisar los gravámenes sobre acero y aluminio, la falta de plazos concretos incrementa la incertidumbre. Mientras tanto, el sector teme que la prolongación de esta situación erosione la competitividad de las marcas europeas y ponga en riesgo miles de empleos a ambos lados del Atlántico.
 
						                