Tras haber avanzado mucho en la recuperación de su hombro derecho y haber obtenido la aprobación del cuerpo médico del Repsol Honda Team, Marc Márquez partió este viernes desde Madrid rumbo a Misano.
El objetivo del ocho veces campeón del mundo será medir las sensaciones que le arroje su cuerpo y volver a subirse a su Honda RC213V. Ese es el termómetro que dictaminará si podrá estar presente en la doble jornada de test que se llevará a cabo el próximo martes y miércoles en el circuito italiano.
Según reporta el portal oficial de MotoGP, después de dos test positivos a bordo de una Honda CBR600RR en el circuito de MotorLand Aragón el 31 de agosto y el 2 de septiembre, Marc Márquez siguió probando su brazo derecho con resultados altamente positivos.
Esto y los últimos exámenes médicos realizados fueron los que convencieron a Honda de que Marc Márquez está en condiciones de asistir este viernes al Gran Premio Gryfyn de San Marino y de la Riviera de Rimini para probarse físicamente durante los test post-GP.
Momento clave
El regreso de Márquez al paddock se da en un momento crítico de Honda al que la estructura japonesa no se encontraba acostumbrado y abre una puerta de esperanza de cara al futuro cercano.
Honda no sólo necesita contar con Marc Márquez en condiciones para avanzar en el desarrollo de la Honda RC213V en miras hacia el 2023 sino que desde que el piloto catalán está fuera de las pistas el rendimiento del equipo disminuyó considerablemente.
Respecto a una posible fecha en que el multicampeón podría volver a participar de una carrera de manera oficial no hubo confirmaciones. En primer lugar Márquez deberá pasar el control médico que lo declare apto para correr para después evaluar su respuesta física en la pista y, finalmente, pensar en una eventual fecha de retorno al campeonato.
